Ecuador,
Antes conocÃamos al otro, yo era una chica diferente. Una chica que querÃa saber más pero no sabÃa cómo. Una chica que no sabÃa la belleza de otras culturas y que pueden enseñarme.
Como una niña no sabÃa quién eras ni que nos cruzarÃamos. Soy estadounidense. Tengo una familia de clase media, una madre que se preocupa por la casa y un padre que trabaja. Mi madre no me querÃa aburrida y causando problemas, y por eso hacÃa deportes, instrumentos y clubes. Mis padres me dijeron a aprender hasta el fin de Universidad y trabaja duro. Me ensenaron a enfocar en mis problemas propios y yo pensaba de nada más.
Años adelante yo vivo en tu tierra en una casa de tu familia. Pero una familia sin las costumbres que yo sabÃa. Pensé en lo diferente que serÃa la vida si naciera aquà contigo.
A veces me enojabas. No puedo mentir, extrañé mi familia y amigos, mi comida y más que nada mi privilegio. ¿Porque no puedo duchar con agua caliente, calentar mis platos en el microondas, llamar con servicio bueno, ni manejar a visitar a mis amigas? Me pregunté. Tal vez, yo deberÃa haberse quedado en Los Estados como todos. Por la primera vez aprecié mi paÃs más que nada, yo querÃa regresar a mi vida. No sabÃa que mi paÃs era algo de mi identidad y me perdÃ.
Sin embargo, gracias a ti Ecuador, formé otro aspecto de mà propia. Me ayudaba a ver que no importa que paÃs, hay muchas cosas que son similares y hermosas iguales. Primero, hay cosas que no necesita un idioma para explicar. Sonrisas, empatÃa, comprensión y amabilidad. El mundo es el hogar del todos personas, y necesitamos entender cómo cuidar para la belleza de “pacha mamá”. El amor y compresión que su gente tiene para ti es algo que yo admiro y quiero en mi tierra.
Segunda, siempre hay problemas tan grandes del mundo que son mà s grandes que mÃas. Es imposible de saber todo, pero yo sè nunca parar mis deseos a ayudar y aprender mà s.
Tercera, gracias por su gente amable, que me ayudó con mi español, y me da cuenta las cosas que importa más en la vida- familia, aprecio, paciencia y amor por las pequeñas cosas.
Y finalmente, gracias por me dabas una confianza, una independencia y una maravilla para mà misma y para comenzar el próximo capÃtulo de mi vida por delante. Me cambiaste a los 19 años que tengo.
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En esto foto, veo el horizonte sobre tu océano hermoso mientras el sol se despide del dÃa. El mismo sol que conoce mi tierra también. Pero esta vez, tu tierra y mi tierra no son tan diferentes. Traigo conmigo una parte de ti en mi corazón siempre.
Hasta Luego,
Brinley